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Deberes fiduciarios de los administradores de una SPAC
7 de febrero, 2022
La Delaware Court of Chancery reconoce en su Opinion de 3 de enero de 2022 (asunto In re Multiplan Corp. Stockholders Litigation), la existencia de indicios razonables de perjuicio a los accionistas que acudieron a la oferta pública de admisión a negociación de una SPAC (sociedad cotizada con propósito para la adquisición), por no habérseles permitido el ejercicio del derecho de reembolso de sus acciones con pleno conocimiento, al ocultárseles información relevante a propósito de la sociedad que fue objeto de adquisición por la SPAC con carácter previo a la aprobación de la fusión. Con esta Opinion se abre la vía a la continuación del proceso (acción colectiva) contra los consejeros de la SPAC y su promotor (sponsor), puesto que designó a éstos directamente.
Churchill Capital Corp III, SPAC constituida conforme al derecho de Delaware en octubre de 2019, captó en febrero de 2020 1.100 millones de dólares en la oferta de admisión a negociación en el New York Stock Exchange. Los accionistas que acudieron a la IPO adquirieron unidades de valor consistentes en una acción ordinaria y un cuarto de warrant al precio de 10 dólares (precio de ejercicio, 11,5 dólares por unidad). Estas acciones ordinarias clase A constituían el 80% de las acciones de Churchill. El 20% restante (clase B) se reservó al promotor, que desembolsó por ellas 25 mil dólares; los administradores mantenían interés económico sobre las acciones y warrants que fueron suscritos por el promotor.
Si la SPAC culminara el objeto de su negocio (adquisición de una sociedad), las acciones de la clase B quedarían convertidas en acciones clase A a la par. Además, el promotor se adjudicó una opción de compra sobre warrants adicionales.
Conforme a los términos del folleto, tras la identificación por la SPAC de la sociedad objeto de adquisición, los inversores podían, bien solicitar el reembolso de sus acciones y warrants, bien, en lo que interesa, permanecer en la sociedad resultante de la fusión. Si la SPAC no formalizara la adquisición de una sociedad en el plazo de 2 años, entraría en liquidación con la consiguiente pérdida de las acciones para el promotor. Por el contrario, los inversores que acudieron a la IPO recibirían el 100 por 100 de su inversión más los intereses especificados en el folleto.
La SPAC eligió a la sociedad Multiplan como objeto de adquisición. Menos del 10% de los inversores ejercieron el derecho de reembolso tras el anuncio de la posible fusión, aprobándose la operación por la junta en octubre de 2020. En la información previa a la junta no se indicó que el principal cliente de Multiplan (que suponía el 35% de su beneficio), estaba considerando la creación de una unidad interna para la prestación de los servicios que le suministraba Multiplan. En la fecha de referencia tras la fusión, las acciones de Churchill cotizaban a 11,09 dólares, lo que implicaba para el promotor una ganancia de aproximadamente 305 millones de dólares y unos tres millones para cada administrador. En noviembre de ese mismo año, cuando el mercado conoce el hecho de que Multiplan podría perder a su principal cliente, las acciones cayeron a 6,27 dólares.
Los demandantes consideran que la existencia de incentivos para los administradores y el promotor de la SPAC impidió a los inversores conocer la situación real de la sociedad objeto de adquisición y probablemente por ello no ejercieron su derecho de reembolso con anterioridad a la junta en la que se aprobó la fusión.
Es la primera vez que los tribunales de Delaware se pronuncian sobre la aplicación del derecho societario a una SPAC. Considera el ponente que debe acudirse al entire fairness standard y que los administradores podrían haber infringido su deber de lealtad para con los socios al no revelar información esencial sobre la sociedad objeto de adquisición, con el evidente perjuicio de no poder valorar los socios, de forma completa y razonada, su decisión de no ejercitar el derecho de reembolso. Entiende además que existen indicios razonables de que tal ocultación habría permitido al promotor y a los administradores realizar beneficios, beneficios que no habrían tenido lugar si la fusión no se hubiera aprobado.
Churchill Capital Corp III, SPAC constituida conforme al derecho de Delaware en octubre de 2019, captó en febrero de 2020 1.100 millones de dólares en la oferta de admisión a negociación en el New York Stock Exchange. Los accionistas que acudieron a la IPO adquirieron unidades de valor consistentes en una acción ordinaria y un cuarto de warrant al precio de 10 dólares (precio de ejercicio, 11,5 dólares por unidad). Estas acciones ordinarias clase A constituían el 80% de las acciones de Churchill. El 20% restante (clase B) se reservó al promotor, que desembolsó por ellas 25 mil dólares; los administradores mantenían interés económico sobre las acciones y warrants que fueron suscritos por el promotor.
Si la SPAC culminara el objeto de su negocio (adquisición de una sociedad), las acciones de la clase B quedarían convertidas en acciones clase A a la par. Además, el promotor se adjudicó una opción de compra sobre warrants adicionales.
Conforme a los términos del folleto, tras la identificación por la SPAC de la sociedad objeto de adquisición, los inversores podían, bien solicitar el reembolso de sus acciones y warrants, bien, en lo que interesa, permanecer en la sociedad resultante de la fusión. Si la SPAC no formalizara la adquisición de una sociedad en el plazo de 2 años, entraría en liquidación con la consiguiente pérdida de las acciones para el promotor. Por el contrario, los inversores que acudieron a la IPO recibirían el 100 por 100 de su inversión más los intereses especificados en el folleto.
La SPAC eligió a la sociedad Multiplan como objeto de adquisición. Menos del 10% de los inversores ejercieron el derecho de reembolso tras el anuncio de la posible fusión, aprobándose la operación por la junta en octubre de 2020. En la información previa a la junta no se indicó que el principal cliente de Multiplan (que suponía el 35% de su beneficio), estaba considerando la creación de una unidad interna para la prestación de los servicios que le suministraba Multiplan. En la fecha de referencia tras la fusión, las acciones de Churchill cotizaban a 11,09 dólares, lo que implicaba para el promotor una ganancia de aproximadamente 305 millones de dólares y unos tres millones para cada administrador. En noviembre de ese mismo año, cuando el mercado conoce el hecho de que Multiplan podría perder a su principal cliente, las acciones cayeron a 6,27 dólares.
Los demandantes consideran que la existencia de incentivos para los administradores y el promotor de la SPAC impidió a los inversores conocer la situación real de la sociedad objeto de adquisición y probablemente por ello no ejercieron su derecho de reembolso con anterioridad a la junta en la que se aprobó la fusión.
Es la primera vez que los tribunales de Delaware se pronuncian sobre la aplicación del derecho societario a una SPAC. Considera el ponente que debe acudirse al entire fairness standard y que los administradores podrían haber infringido su deber de lealtad para con los socios al no revelar información esencial sobre la sociedad objeto de adquisición, con el evidente perjuicio de no poder valorar los socios, de forma completa y razonada, su decisión de no ejercitar el derecho de reembolso. Entiende además que existen indicios razonables de que tal ocultación habría permitido al promotor y a los administradores realizar beneficios, beneficios que no habrían tenido lugar si la fusión no se hubiera aprobado.