Javier Vinuesa señala que las derivaciones de responsabilidad tributaria siguen en aumento | El Confidencial

Hacienda ha intensificado el uso de las derivaciones de responsabilidad pese a los recientes frenos del Tribunal Supremo. En 2024 se alcanzó un máximo histórico de 40.580 expedientes, un crecimiento que, según los fiscalistas, continuará reflejándose en los datos de 2025.

La Agencia Tributaria se ha visto obligada a adaptar sus procedimientos tras las sentencias del Supremo, que exigen una motivación más concreta y una prueba detallada de la actuación de los administradores. Para los expertos, esto ha derivado en expedientes más elaborados y un aumento de la litigiosidad.

En este contexto, Javier Vinuesa, socio de Gómez-Acebo & Pombo, subraya que la tendencia no se ha frenado: “El aumento en el número de derivaciones de responsabilidad viene de años anteriores y se ha mantenido la tendencia en 2025. Seguimos asesorando en derivaciones tanto de carácter solidario como subsidiario, si bien contamos con pronunciamientos jurisprudenciales que han acotado y aclarado el alcance que deben tener dichos procedimientos”.

Sobre las posibilidades de defensa de los administradores afectados, Vinuesa señala que la clave está en exigir a la Administración una acreditación rigurosa: “Demostrar la inexistencia de vinculación o culpabilidad o solicitar la anulación del procedimiento por defectos formales como falta de motivación o notificación incorrecta. Para que pueda derivarse responsabilidad, la Administración Tributaria ha de probar necesariamente el nexo de causalidad entre el acto u omisión del responsable y el impago de la deuda tributaria”.

Pese a los nuevos límites jurisprudenciales, los fiscalistas prevén que la figura seguirá siendo central en la estrategia recaudatoria de Hacienda durante 2026.

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