Miguel Lamo de Espinosa analiza el auge de las compras de deuda tras el caso Celsa | El Confidencial
Miguel Lamo de Espinosa, socio de Gómez-Acebo & Pombo, señala que cada vez más fondos se interesan en adquirir deuda de empresas con problemas financieros para, tras una reestructuración, poder capitalizarla o intervenir en la compañía.
Vehículos especializados en deuda y algunos fondos de private equity están evaluando operaciones en compañías con situaciones complejas a través de su pasivo. La estrategia aprovecha el marco concursal aprobado en 2022, que permite intervenir antes de que la empresa entre en preconcurso, preservando su sostenibilidad a largo plazo y evitando bloqueos de accionistas o acreedores.
Según Lamo de Espinosa: “Fundamentalmente, hay interés en fondos de crédito o situaciones especiales. Los fondos de private equity muestran interés, pero les cuesta más entrar en este tipo de situaciones. Es un proceso de educación: no se trata de comprar compañías distressed, sino de comprar compañías sanas en el marco de un proceso distressed. La diferencia es considerable”.
El caso Celsa fue paradigmático: los bonistas capitalizaron deuda pese a la oposición de los accionistas y se hicieron con la compañía. Otros ejemplos recientes incluyen Naviera Armas, Telepizza, Ezentis o Mr. Wonderful. La tendencia se consolida mientras la actividad de M&A tradicional permanece paralizada, y los fondos de capital riesgo comienzan a explorar esta vía como alternativa para generar valor y rentabilidad futura.
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